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Neobreros del algoritmo: changas y microtareas en el “tiempo libre”, según Paola Tubaro

Neobreros del algoritmo: changas y microtareas en el “tiempo  libre”, según Paola Tubaro

¿Qué son las microtareas? ¿Quiénes son los trabajadores que las desarollan en distintas latitudes y con preocupaciones de supervivencia comunes? Paola Tubaro es investigadora en sociología económica y directora de investigación en el CNRS que se han interesado en este tema. En su presentación durante La Noche de las Ideas se referirá al cruce entre el trabajo en plataformas y su relación con la inteligencia artificial. Estos sitios fragmentan grandes proyectos en pequeñas tareas y las asignan a trabajadores anónimos repartidos en cualquier lugar del mundo.

Paola Tubaro es investigadora en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) en la Escuela Nacional de Economía y Estadística (ENSAE) de París.Paola Tubaro es investigadora en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) en la Escuela Nacional de Economía y Estadística (ENSAE) de París.

Tubaro se presentará en el encuentro internacional que lleva como lema: “El poder de actuar”. Por allí transitarán protagonistas argentinos y europeos de las ciencias sociales, la ciencia política y las artes. Habrá actividades en el Teatro Colón, Mar del Plata, Córdoba, Mendoza, Rosario, Santa Fe, Tandil y Tucumán. Organizan: Institut français d’Argentine - Embajada de Francia, la red de Alianzas Francesas de Argentina, Fundación Medifé, la red de los Centros Franco-Argentinos y gobiernos locales.

Las microtareas que analiza la investigadora del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) en la Escuela Nacional de Economía y Estadística (ENSAE) de París, son tareas en línea de corta duración y sencilla que requieren poco esfuerzo y son útiles para las empresas porque obtienen información valiosa a un costo relativamente bajo. Las tareas pueden consistir en realizar encuestas online respondiendo cuestionarios sobre productos, servicios o marcas. También con “etiquetado de datos”, se marcan imágenes, audios o textos para entrenar modelos de inteligencia artificial. O probando aplicaciones para demostrar la funcionalidad de una aplicación y también reportar errores. Otra posibilidad, entre muchas otras es la de completar tareas de entrenamiento de IA, es decir “ayudar a mejorar” el funcionamiento de una inteligencia artificial. Por Zoom, Tubaro se refirió a su objeto de estudio que desarrolló con sus colegas argentinas Julieta Longo, Mariana Fernández Massi y Juana Torres Cierpe.

–Usted realizó junto con investigadoras argentinas un trabajo titulado “Hacer changas, cobrar en dólares, quiénes trabajan en plataformas de microtareas en la Argentina”. ¿Cómo se interesó en este tema?

–Empecé con un estudio sobre esta forma de trabajo en Francia. Allí se conocían las plataformas de reparto, de transporte, pero sobre este trabajo de plataforma se sabía muy poco. Hubo sindicatos que se interesaron, querían saber qué pasa en ese terreno, quiénes y cuántos son, qué hacen. "Tenemos que hacer algo nosotros como sindicato", me decían. Con algunos colegas hicimos un primer estudio sobre el microtrabajo en Francia, era más o menos la misma idea que el caso de Argentina. Nos dimos cuenta de que no se puede estudiar esto en un solo país, porque, por ejemplo, hay empresas francesas que van buscando trabajadores en otros países. Descubrimos que en países que no son de habla francesa también pasan estas cosas. ¿Qué pasa en países de habla española? Nos interesó lo de Argentina y empezamos con cuestionarios, entrevistas en línea porque lo hicimos durante el covid. Y después de este primer análisis empezamos a destacar, otros casos interesantes como los de Venezuela, Colombia, Brasil y otros países.

Selfies en Moscú.
Foto: REUTERS/Evgenia NovozheninaSelfies en Moscú. Foto: REUTERS/Evgenia Novozhenina

–¿Qué particularidades encontraste en las plataformas argentinas?

–Es un país donde la gente suele tener empleos, incluso de buena calidad. Más allá de lo que pasa hoy, se tiene un nivel de vida bastante bueno. No es como en otros países donde esta forma de trabajo está muy difundida y viven en condiciones socioeconómicas precarias, como es el caso de Venezuela. Mis colegas argentinas ya habían estudiado otro tipo de plataformas más de freelancing para profesionales independientes de diseño, traducción, etc. Y ellas subrayaban el hecho de que se paga en dólares, porque son plataformas internacionales donde los clientes son la mayoría de Estados Unidos, un poco de Europa y que obtienen así un pago en dólares. Así que lo que vemos muy claramente en la Argentina es que son personas que tienen un buen nivel de educación, que son jóvenes generalmente. La gran mayoría tiene menos de 34 años, también tiene otro empleo y hacen esto como una fuente complementaria de ingresos que se ganan en dólares y también necesitan.

Me parece muy interesante que necesitan saber utilizar el sistema financiero para cambiar estos dólares sin que haya pérdida. Y así que tienen que tener conocimientos efectivamente financieros que un trabajador de estas plataformas de EEUU no necesita porque le envían el dinero a su cuenta en el banco y listo. En Chile, por ejemplo, esta forma de trabajo se hace muy poco porque se no se gana lo suficiente en relación al costo de vida del país en general y no tiene muchas ventajas. En Venezuela la gente hace eso todo el día como si fuera un empleo de tiempo completo todo el día, toda la semana, incluso más horas que un tiempo completo normal.

–¿Qué otros datos obtuvieron que les pueda permitir perfilar a estos trabajadores?

–Dos tercios son hombres. Y es un porcentaje un poco más alto que en el resto de Latinoamérica que también. En otros otros países hay un poquito más de mujeres en general y creo que también tiene eso tiene algo que ver con a quién le interesa hacer este tipo de trabajo. El perfil es gente que necesita el trabajo, que quiere ganar algo más, en dólares, con conocimientos financieros, hay más competencia y en situaciones así generalmente son los hombres los que ganan. Hay más mujeres en situaciones en las que se convierte en un trabajo menos interesante, en el que se gana menos. En Francia o en Brasil hay más mujeres y eso se relaciona mucho con la situación general de un país.

–¿Y qué implica que la organización de este trabajo se realiza a través de una gestión algorítmica? Aquí cobra protagonismo la inteligencia artificial.

–Se trabaja de manera muy solitaria. Es decir que un trabajador o una trabajadora abre su cuenta, en la plataforma, ve qué tareas hay hoy en ese momento y toma la decisión de cuánto trabajo hacer. Pero con eso no tiene ningún contacto directo ni con los clientes ni con los otros trabajadores o trabajadoras en algunos casos ni siquiera con las personas que gestionan la plataforma. ¿Por qué? Porque todo se recibe por algoritmos. Los clientes a veces explican quiénes son, para qué sirve una tarea, etcétera, les dan muy poquita información. Encontramos en algunos trabajadores y trabajadoras que habían intentado informarse un poco, ver este cliente, saber dónde se encuentra, qué tipo de empresa es, para qué va a servir la información obgtenida, etcétera. Y en algunas plataformas ni siquiera te dan un contacto, incluso si hay un problema técnico o algo, informático, lo que sea. Otras lo permiten, pero se utiliza en pocos casos. También me parece, según los trabajadores y trabajadoras con quiénes hemos hablado, que los clientes tampoco responden tanto, así que algunos piensan, bueno, no voy a intentarlo porque no va a servirme de nada. Y así que hay poco contacto con los clientes que es algo muy diferente con respecto a plataformas de freelancing con como, no sé, Workana o Upwork donde se proporciona trabajo para profesionales como traductores, programadores, que generalmente se contactan de manera muy normal con los clientes para decidir todo. ¿Qué se tiene que hacer, cuánto se paga, etcétera?

Ingreso al ChatGPT (acrónimo del inglés Chat Generative Pre-Trained),
Foto: EFE/BallesterosIngreso al ChatGPT (acrónimo del inglés Chat Generative Pre-Trained), Foto: EFE/Ballesteros

En las plataformas que estudio el precio está fijo, es el cliente que decide, el trabajador no ve nada. No he visto ningún tipo de tarea que necesite una colaboración entre trabajadores, así que la mayoría no conoce a nadie más que haga este tipo de trabajo y la única manera de hablar con otros trabajadores y trabajadoras es juntarse en grupos en WhatsApp o en Telegram. Charlan con ellos y forman parte de una comunidad. Pero no todos los hacen porque no es algo que interese a todos. Allí hay, generalmente, muchos venezolanos, incluso venezolanos que ahora viven en otros países de Latinoamérica.

–En el inicio de la conversación me comentaba que unos sindicatos estaban interesados en estas investigaciones. ¿Qué hacen los sindicatos ante este desafío?

–Sí, efectivamente muchos sindicatos en varios países han intentado enterarse, informarse, buscar información. Es difícil organizar a sus trabajadores en los casos en que hay esta forma de trabajo, pero no en empresas que tienen oficinas donde los trabajadores se encuentran ,se hablan y ha sido posible, en algunos casos, en Alemania, por ejemplo, juntarse y trabajar con sindicatos locales. Ha sido posible en Kenya, por ejemplo. La prensa internacional ayudó muchísimo porque hubo un artículo del Financial Times, hace dos años, sobre estos trabajadores que estaban anotando datos para entrenar a ChatGPT, para OpenAI en Kenya y les estaba pagando como menos de dos dólares por hora, en condiciones muy difíciles. Les dio mucha visibilidad y ayudó mucho en la organización. En Kenia ahora hay un movimiento organizado que no existe de esta manera en ningún otro lugar; tampoco en Alemania ni en Estados Unidos, donde algunos trabajadores de una plataforma están intentando cambiar su clasificación de trabajo independiente a empleo asalariado.

–¿Usted piensa que este tipo de trabajo puede generar una identidad? Antes conocíamos al mecánico, al constructor, al vendedor, al empleado administrativo, toda su vida tenían ese oficio. ¿Cómo se da esta situación en el presente?

–Lo que me ofrece el mercado, eso es lo que responden. Efectivamente, en algunas investigaciones he visto algo de esto de cómo crearse o presentarse como una identidad definida, en algunos casos especialmente de personas que hacen este trabajo como si fuera un empleo de tiempo completo que se presentan como casi especialistas. Son personas que entienden un poco el funcionamiento detrás de eso pero la mayoría de estos trabajadores, como en el caso de la Argentina, hacen esto como un ingreso complementario, así que no se identifican tanto. Ellos son como una secretaria o una enfermera que suman este trabajo, pero esto no es mi identidad. He visto como hace unos meses una empresa que está intentando instalar esta idea de "lanza tu carrera como anotador de datos, hay perspectivas, hay un futuro", que nunca había visto antes, pero no sé si va a funcionar. En las plataformas las tareas pueden variar mucho, depende un poco de qué se necesita y es muy interesante, para mí fue muy interesante preguntar a los trabajadores y trabajadoras, cuál fue tu última tarea realizada.

Un trabajo en solitario.
FreepikUn trabajo en solitario. Freepik

–Me sorprendió que me hablaran de una tarea que consistía en tomarse fotos, selfies, con varias expresiones: llorando, triste, feliz, preocupada... Claramente era para crear bases de datos de para reconocimiento facial, bases de datos de de rostros humanos. Algunos decían, me preocupa qué van a hacer con mi cara al final. Me han dicho que es una tarea que se pagaba un poco mejor que otras. Se pueden encontrar otras como darle like a un video en YouTube o cosas así. Otras que son más técnicas, que necesitan más tiempo, eh más precisión, como la anotación de imágenes para la visión por ordenador. Eso es más complejo generalmente. Ahora también está cambiando el mercado con la inteligencia artificial generativa, con cosas como ChatGPT donde hay muchas tareas de pensar pronto para testear las capacidades del modelo y ver si nos da respuestas que se tengan que cambiar ajustar, hacer algo. Hay muchas tareas de ese tipo. Se relaciona con el estado de desarrollo, de esos modelos, la idea de que no necesitan todos lo mismo.

Paola Tubaro dicta cursos de ciencia de redes, ética de datos y ciencia responsable, y diseño de investigación.Paola Tubaro dicta cursos de ciencia de redes, ética de datos y ciencia responsable, y diseño de investigación.

Paola Tubaro. Bio

Es investigadora en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) en la Escuela Nacional de Economía y Estadística (ENSAE) de París. Socióloga económica, utiliza el análisis de redes sociales para arrojar nueva luz sobre las transformaciones contemporáneas de los mercados y las organizaciones. Sus investigaciones actuales se centran en la economía de las plataformas digitales, las redes mundiales de producción de la industria de la inteligencia artificial, el papel del trabajo humano en el desarrollo de la automatización, las desigualdades digitales y la propagación de la desinformación a través de las redes sociales. También se interesa en la ética de datos y la inteligencia artificial. Dicta cursos de ciencia de redes, ética de datos y ciencia responsable, y diseño de investigación.

Tubaro participará de la Conferencia inaugural de la Noche de las Ideas el 16 de mayo a las 19, en el CETC del Teatro Colón.

También participará de la mesa “Nuevas servidumbres voluntarias? Jóvenes y precariedad”. La cita será el 16 de mayo a las 20.15 en el Salon Dorado, Teatro Colón.

Clarin

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